En España no hay aún plantas que traten un residuo que alcanzará las 35.000 toneladas anuales en 12 años, según los cálculos. Endesa, Iberdrola y BeePlanet Factory anuncian instalaciones para 2025. Actualmente, lo poco que se recoge, por deterioro, desperfecto o accidente (menos del 2% de las ventas), se envía a Francia, Bélgica o Alemania para su reciclaje.
Hay que recordar que la vida media de dicho componente es de 10 años y que, a la fecha, apenas circulan por las carreteras 110.000 vehículos eléctricos (incluidos coches, comerciales, industriales y buses), según la patronal de fabricantes Anfac. Pero el objetivo, tras la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), es llegar a 5,5 millones en 2030. El sector no da estimaciones sobre cuántas toneladas de residuos se generarán por la heterogeneidad de los cálculos. Aunque se ha publicado que rondará las 35.000 toneladas al año en 2035.
El despliegue de la movilidad eléctrica trae consigo el cumplimiento de un nuevo reglamento más severo en esta materia, aprobado por el Consejo y el Parlamento europeos a principios de mes. La intención es promover la economía circular en todo el ciclo de vida, desde su producción hasta su reutilización y reciclado. Por ejemplo, se busca recuperar los metales críticos que la componen (manganeso, cobalto, silicio, litio) para volver a usarlos en la fabricación de otras unidades.
La norma fija también una meta de recogida para los productores del 63% para finales de 2027 y del 73% para 2030. E introduce una específica para el transporte ligero (bicis o patinetes) del 51% para el cierre de 2028 y del 61% para 2031. Respecto a la recuperación de litio, establece una del 50% para finales de 2027 y del 80% para 2031, sujeto a modificación según los avances tecnológicos y la disponibilidad del elemento. Y unos niveles mínimos obligatorios de contenido reciclado del 16% para el cobalto, del 85% para el plomo, del 6% para el litio y del 6% para el níquel.
A la fecha, en España hay tres grandes proyectos anunciados en marcha. El último, conocido en junio, es el de la española BeePlanet Factory y la coreana SungEel HiTech, en consorcio con Medenasa, Sodena y Samsung, con una inversión de 18,5 millones de euros. El inicio de operaciones se prevé para 2025 y creará 60-70 empleos.
Endesa, junto a Urbaser, a través de su filial Sertego, desarrolla otra para tratar 25.000 toneladas anuales en Cubillos del Sil (León), donde estaba la central térmica de Compostilla, hoy en proceso de desmantelamiento. Esta planta, en fase de diseño y tramitación de permisos, se centrará también en el tratamiento mecánico y espera arrancar en dos años, pero reciclará todo tipo de baterías de litio de cualquier química y origen, desde vehículos, motos, patinetes, teléfonos, móviles, ordenadores, hasta herramientas. La inversión asciende a 14 millones y prevé crear 50 puestos de trabajo.
Iberdrola, a través de su programa Perseo Venture Builder, y FCC Ámbito, junto a Glencore, son el otro consorcio que se embarca en este negocio, también de tratamiento mecánico. Anunciado en abril, la planta tendrá una capacidad de 10.000 toneladas al año y cuenta con la colaboración del Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético.