El Golfo Pérsico ha comenzado un proceso de inversión en energías renovables renovables para marcar su camino hacia la sostenibilidad. Sin embargo, aún les queda un trecho que recorrer pues las infraestructuras y la estabilidad en el suministro energético aún son aspectos que deben resolverse.
Desde hace muy poco, los países del Golfo han decidido invertir en proyectos renovables. Por un lado, los Emiratos Árabes Unidos han anunciado un proyecto solar de 5,2 GW con un sistema de baterías, apostando también por el almacenamiento. Por otro lado, Arabia Saudí está desarrollando su plan de transición energética a través del plan Vision 2030. Recientemente, la gigante petrolera Saudi Aramco ha anunciado un acuerdo para comenzar a producir litio en 2027. Asimismo, el país saudí está realizando diferentes proyectos de energía solar, algunos en colaboración con China y otros con España.
Y no nos podemos olvidar de Kuwait, quien ya empezó hace dos años a desarrollar 17 GW de energía renovable y 25 GW de capacidad para la producción de hidrógeno verde, el cual plantean exportarlo a mercados internacionales.
Según el informe reciente de la Agencia Internacional de Energías Renovables, Oriente Medio tiene una generación inferior al 1% con energías limpias. Sin embargo, desde la agencia han detallado que la previsión para los próximos años va a ser de un crecimiento acelerado.
Por su parte, un análisis de la consultora Rystad Energy, apunta a que dentro de cinco años, más del 30% represente la capacidad total en países del Golfo como los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Bahréin, Kuwait, Omán y Qatar. Desde la consultora detallan que este impulso se debe a las condiciones meteorológicas y las condiciones favorables del mercado.