La Ley de Cambio Climático y Transición Energética recoge la obligatoriedad de implementar, antes del 1 de Enero de 2023, Zonas de Bajas Emisiones en aquellas ciudades de más de 50 .000 habitantes. Hasta ahora, y a pesar de ser una herramienta extendida en Europa, en España sólo estaban activas en Madrid y Barcelona, bajo criterios diferentes.
¿QUÉ SON LAS ZBE? Son áreas en las que el acceso y circulación de vehículos contaminantes queda restringido debido a sus emisiones. Se circunscriben a una zona amplia (o varias) dentro de la ciudad o a la ciudad entera. Deben contribuir a mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, resultando en una mejora de la salud de la ciudadanía y la calidad de vida urbana, impulsando una movilidad más sostenible e inclusiva con menor impacto en la calidad del medio ambiente sonoro, fomentando la movilidad activa y la recuperación del espacio público y promoviendo la mejora de la seguridad vial y la pacificación del tráfico.
¿POR QUÉ? El transporte es uno de los sectores más contaminantes. Los vehículos, además de emitir CO 2, principal responsable del calentamiento global, emiten óxidos de nitrógeno y microparticulas que deterioran la calidad del aire y dañan la salud. En 2021, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética estableció la obligatoriedad de implantar en todos los municipios de más de 50.000 habitantes, y en aquellos de más de 20.000 con problemas de calidad del aire, estas zonas antes del 1 de enero de 2023.
Actualmente, el 80% del espacio público urbano esta destinado a los vehículos motorizados.
Las Zonas de Bajas Emisiones son una herramienta para mejorar la calidad del aire, proteger la salud de la ciudadania y mitigar el cambio climático. Pero, además, promueven un cambio hacia modos de transporte limpios y sostenibles, contribuyen a la transición energética, disminuyen la contaminación acústica y permiten un reordenamiento y reverdecimiento del espacio urbano.
La implantación de ZBE y su desarrollo puede (y debe) verse acompañada de otra serie de intervenciones urbanas asociadas para contribuir al cumplimiento de sus objetivos. Por ejemplo:
1.- Modernización de las redes de transporte público (vehículos 100% eléctricos, frecuencias, abonos, reconfiguración de líneas, nuevos sistemas de alta capacidad…)
2.- Inclusión de zonas de especial sensibilidad más restrictivas que el área principal (entornos escolares, sanitarios, hospitalarios, residencias de ancianos, turísticas, comerciales, etc…)
3.- Políticas y medidas que velen por una distribución urbana de mercancías de cero emisiones.
4.- Compromiso de objetivos medibles y cuantificables y conjunto de intervenciones urbanas para 2030.
5.- Corredores peatonales continuos e impulso de la movilidad ciclista.
6.-Aparcamientos externos disuasorios y dotación de infraestructura para la movilidad 100% eléctrica
7.- Iniciativas para la reducción de las emisiones de los edificios y de promoción de la rehabilitación energética.
8.- Reverdecimiento del espacio urbano y mejora de la conectividad natural.
Más de 30.000 muertes prematuras en España y 400.000 en Europa se han asociado a la contaminación provocada por el tráfico.